La cara y la cruz

Una jornada más y FC Barcelona y Real Madrid han ganado sus respectivos encuentros. Mañana la prensa nacional amanecerá con su ansiado titular "El Madrid líder", sin duda ignorando la manera como este liderato se produce. En primer lugar, el rival del Madrid era otro recién ascendido, el Tenerife, al que no han sido capaces de marcar en 45 minutos, mientras que el rival del Barcelona era el Málaga, el equipo revelación de la pasada jornada.

Pero el aspecto más preocupante es los arbitrajes que está sufriendo el Barcelona en la Liga. Mientras al Villareal le expulsarón de forma más que rigurosa a un jugador en su partido frente al Madrid; en el partido de hoy, el arbitro ha perdonado hasta tres expulsiones a jugadoes del Málaga, así como un clarísimo penalti por agarrón sobre Messi.

Es cierto que el arbitro ha expulsado a Luque, tras una dura entrada sobre Alves, pero anteriormente había perdonado la expulsión a jugadores del Málaga tras un pisotón intencionado sobre Messi, un puñetazo semi fallido a la nuca de Piqué y la segunda amarilla para Wellington. En los tres casos el arbitro ha preferido no ver (o no se ha atrevido a pitar) lo que había sucedido.

Pero que además el mismo árbitro expulse al segundo de Pep Guardiola, Tito Vilanova, por protestar, parece ya una tomadura de pelo.

Esto que puede tener su sentido en el caso de tratarse de, pongamos por caso, una mano o un agarrón en el medio del campo cuando el partido está decidido se convierte en un precedente peligrosísimo: primero, porque tolera el juego violento de un equipo (en este caso el Málaga); en segundo lugar porque influye sobre el resultado del partido (¿cómo habría terminado el partido de quedar el Málaga con ocho jugadores como merecía?); en tercer lugar porque puede terminar en lesión de un jugador; y, en último, porque puede influir en el resultado final de la Liga.

El Madrid, por su parte, ha fichado a un ex-árbitro con propósitos bastante oscuros. Las consecuencias se vieron ya en Villareal (penalti y expulsión a favor de Madrid) y se volvieron a ver ayer: "El árbitro, Muñiz Fernández, afectado y rojo como si se hubiera tirado una mañana bajo los rayos ultravioletas, concedió a Drenthe libertad de acción. Y Drenthe, que necesitaba aire, hizo los honores a su licencia metiendo plantillazos a diestro y siniestro. Muñiz le mostró la amarilla por una acción brutal que, con un poco de mala suerte, habría seccionado los ligamentos y los huesos del tobillo de Bertrán. El lateral se retiró cojeando." [El País]. Es evidente que al Real Madrid le perdonaron una expulsión. Sorprendente, o no.