La decisión de a junta del FC Barcelona de colocar por primera vez publicidad en la camiseta ha provocado grandes críticas. Más allá de la magnitud del acuerdo económico (con un contrato record) [CNBC], muchos cuestionan la necesidad de romper una tradición que se remonta a la fundación del club.
Siempre temí que la adición de Unicef en la camiseta (una de las dos mejores decisiones de Joan Laporta -la otra es la elección de Pep Guardiola, como entrenador) fuese un primer paso para la venta de la camiseta al mejor postor. Así ha sido, aunque nunca sabremos si Laporta ya la había pensado.
No me gusta Rossell. Ahora mismo no es más que una antipatía. Y eso no quita que, de los candidatos a la presidencia del Barcelona, aparecia como el menos malo (a priori). Me pregunto si la situación económica era tan desesperada para romper una tradición. Los aficionados del Barcelona tendrán menos razones para decir que "El Barça és més que un club".
También se ha criticado que el contrato se haya firmado con la Qatar Foundation, con los deficits en derechos humanos existenten en los Emiratos Arabes Unidos. Aunque todo sea dicho, al menos en este estado está permitido construir iglesias cristianas, como lo demuestra la siguiente foto, de una nueva iglesia recientemente construida
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