Frédéric Hermel es un personajillo curioso. Trabaja en el periodico deportivo francés L'Equipe, pero vive de su madridismo pleistocénico.
Por ello no sorprende que escriba defendiendo a Mourinho. Lo que sí sorprende es que lo califique de "revolucionario":
"Pero vaya soplo de aire fresco está llevando el Special One a la Liga.
Mourinho era necesario, no sólo para devolverle al Madrid su cultura ganadora, sino también para que el fútbol español pueda evolucionar hacia la modernidad, hacia una mayor eficiencia. Un ejemplo flagrante: gracias a él, pronto será normal y admitido por todos que se adelanten partidos al viernes para ayudar a los clubes españoles en las competiciones europeas. De la misma forma, sus halagos al arbitraje de Antonio Mateu Lahoz indican el camino a seguir para que los partidos domésticos sean más espectaculares. Mou lo remueve todo para que el Madrid triunfe Pero es también la Liga en su globalidad la que se está beneficiando de su forma de ser y de actuar."
Realmente sorprendente. Esta teoría tan ridícula es una consecuencia colateral de ese principio tan "moderno" que confunde la mala educación con "decir siempre la verdad".
Calificar a Mourinho de "renovador" es tanto como calificar el "catenaccio" de arte.
Por ello no sorprende que escriba defendiendo a Mourinho. Lo que sí sorprende es que lo califique de "revolucionario":
"Pero vaya soplo de aire fresco está llevando el Special One a la Liga.
Mourinho era necesario, no sólo para devolverle al Madrid su cultura ganadora, sino también para que el fútbol español pueda evolucionar hacia la modernidad, hacia una mayor eficiencia. Un ejemplo flagrante: gracias a él, pronto será normal y admitido por todos que se adelanten partidos al viernes para ayudar a los clubes españoles en las competiciones europeas. De la misma forma, sus halagos al arbitraje de Antonio Mateu Lahoz indican el camino a seguir para que los partidos domésticos sean más espectaculares. Mou lo remueve todo para que el Madrid triunfe Pero es también la Liga en su globalidad la que se está beneficiando de su forma de ser y de actuar."
Realmente sorprendente. Esta teoría tan ridícula es una consecuencia colateral de ese principio tan "moderno" que confunde la mala educación con "decir siempre la verdad".
Calificar a Mourinho de "renovador" es tanto como calificar el "catenaccio" de arte.
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