Más allá de penalties y goles anulados

En el día de hoy todos los debates sobre el arbitraje del partido de ayer, entre FC Barcelona y Sevilla se centrarán en los penalties no pitados, en los goles anulados, etc.

Pero hay otro aspecto del arbitraje de ayer, que influyó tanto o más que estos hechos puntuales y que pocos medios analizaran: la permisividad del árbitro con la dureza sevillista.

Más allá del alarmismo los clónicos (Sport y El Mundo deportivo) hablando (en su tono habitual) del "parte de guerra":

"El Barça acaba con cinco tocados a la vuelta de Sevilla
El partido contra el Sevilla ha acabado dejando un preocupante 'parte de guerra' en el que hasta cinco jugadores del conjunto azulgrana son duda a causa de sus lesiones"

"La batalla de Sevilla
Messi, Alves, Pedro, Maxwell y Adriano son duda para el partido del sábado frente al Getafe"

Pero, más allá, de los titulares de la prensa barcelonista, lo que no se puede aceptar es que la mitad de los pases de jugadores azulgrana vayan seguidos de un empujón, una patadita, un golpe... El chileno Medel consiguió, con su juego sucio, enfrentarse a Xavi e Iniesta, jugadores que no son famosos precisamente por su sangre caliente sobre el terreno de juego. Tampoco Fernando Navarrro ni Martín Cáceres merecieron terminar los 90 minutos sobre el terreno de juego.