De un medio como el Wall Street Journal se espera, en todo lo que no sea defensa del liberalismo a ultranza y de las desregularizaciones totales, un poco de imparcialidad. Especialmente si se trata de un tema tan alejado de su temática principal como el deporte, y especialmente si es el fútbol ("soccer") europeo.
Por ello sorprendió que hace unos días el Wall Street Journal (WSJ para los amigos) publicase un artículo que creó cierto desconcierto entre el barcelonismo twittero, un artículo en el que calificaba a los jugadores azulgrana de "los mayores llóricas/quéjicas del mundo" ("The World's Greatest Whiners").
La lista de cargos de los que se acusa a los jugadores azulgrana es, no sólo ofensiva para los barcelonistas, sinó que parece casi una broma de mal gusto. En primer lugar, se les acusa de retorcerse como Desdemona en el Otello de Verdi ante cualquier impacto con el rival ("A tendency to react to any impact with opposing players by writhing around like Desdemona on her deathbed in the final act of Verdi's Otello."). Bueno, hasta aquí simplemente se hace eco de las acusaciones que intentan esparcirse desde Madrid acerca del "teatro" azulgrana. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol.
Pero la cosa mejora que las otras acusaciones. La segunda es tener rabietas infantiles ("The sort of crying, whining and petulant foot-stomping one might expect from a toddler."). Este punto me parece sorprendente, especialmente teniendo en cuenta que se refieren a los enfrentamientos que el FCB jugó contra el Real Madrid, donde jugaba Cristiano Ronaldo, uno de los jugadores más protestones de la Liga, que no sólo protesta las decisiones arbitrales ostensiblemente sinó también las jugadas de sus propios compañeros cuando no terminan en sus pies.
Peró el punto más surrealista es el segundo que he dejado para el final: "llamamientos frecuentes a un Dios justo para que les salve de la persecución de los árbitros infieles." ("Frequent appeals to a righteous God to be spared persecution by infidel referees."). Pues sí, lo han leído bien, esta acusación se refiere al FCB, no al Real Madrid del Villarato, sinó al FCB.
"Este crescendo en las reclamaciones, que dominó los titulares en toda Europa la semana pasada tras la victoria 2-0 del Barça en Madrid, parece ser parte de una campaña calculada para mejorar los arbitrajes, o para conseguir que los jugadores rivales sean sancionados." Señor, una nueva conspiración, esta vez una campaña calculada desde el FCB para influir en el arbitraje. Una campaña indiscutible, nada que ver con el vídeo de realmadrid.com hablando de De Bleckeree, o las continuas quejas de Mourinho sobre las expulsiones sufridas por los rivales del FCB. Eso claro, no forma parte de ninguna campaña...
Lo más ridículo del artículo es quizás la prueba que aportan para sustentar sus acusaciones. Léanla y después la comentamos: "Pero lo que es realmente sorprendente de esta explosión de histrionismo es lo bien que parece estar funcionando. A través de 11 partidos en la Liga de Campeones esta temporada, el Barcelona ha cometido 127 faltas, o el 11,6 un juego, mientras que sus oponentes han sido llamados para un torneo de alto-165 faltas, o 15 en un juego. En otras palabras, los opositores de Barcelona se llama desde hace casi cuatro faltas adicionales por partido, una disparidad sólo comparable con otros dos equipos entre los 32 en el torneo de este año." Un argumento sorprendente, especialmente porque ignora la influencia que el reparto de posesión de balón tiene sobre el número de faltas. Si tenemos en cuenta que el FCB tiene una media del 70% de posesión de balón, parece que ese número de faltas tiene una sencilla explicación. Si además tenemos en cuenta que el FCB tiene algunos de los jugadores con mayor porcentaje de pases acertados (Xavi, Busquets, etc.) la cosa parece bastante lógica. Una lógica que los autores del artículo no han podido (o querido) aplicar.
También compara la estadística con los datos de tarjetas del Real Madrid con el FCB, sin tener en cuenta (claro) que el Real Madrid cuenta con jugadores como Pepe o Sergio Ramos, Arbeloa o Carvalho.
Pero lo más ofensivo del artículo llega cuando se atreven a afirmar que "El FCB puede ser el primer equipo que gane una Champions League a base de "tirarse y presionar a los árbitros". Y sorprendentemente citan a Giorgio Chinaglia para justificar que era Alves el que merecía ser expulsado: "Eres un jugador de fútbol profesional. ¿Què haces tirándote así?" Citar a alguien como referente ético en el mundo del fútbol lo dice todo.
Me ha sorprendido mucho que un medio que se supone imparcial atacase de esta manera a un equipo de fútbol. De hecho parece más una nota de prensa del Real Madrid que un artículo deportivo imparcial. Muchos medios han criticado que Alves sobreactuase tras la entrada de Pepe, pero todos ellos (aquí nos hemos hecho eco de las portadas de L'Equipe y Corriere dello Sport) han confirmado que el FC Barcelona merecía ganar la eliminatoria. Los autores del artículo no sólo no aceptan esto, sinó que además ponen en entredicho los méritos del FCB en toda la competición.
Es sorprendente que en un medio como Wall Street Journal utilice de manera tan burda y parcial una parte de las estadísticas, obviando otras que no les interesan. Y claro, visto lo visto, a uno se le confirma la acusación del documental ganador de un Oscar "Inside Job" donde se acusa a la prensa económica de haber contribuido a la crisis económica manipulando la información. Si con la información económica siguen los mismo criterios que con la información deportiva...
Y otro aspecto sospechoso del artículo es la oportunidad del mismo (el "timing" que dirían ellos). Cuando la prensa internacional ha pasado de la discusión "violencia blanca vs teatro azulgrana" al debate acerca de la salud mental de Mourinho y de su planteamiento del partido, el WSJ se ha descolgado con un artículo que dice exactamente lo mismo que la demanda que el Real Madrid presentó en la UEFA. ¿Coincidencia?
Pero, ¿por qué el WSJ ha publicado un panfleto así? Algunos han querido ver una conexión WSJ-News Corporation-José María Aznar... Yo veo más bien la mano de Florentino Pérez. Su influencia en medios ecónomicos es innegable, pues se trata de uno de los hombres más ricos de España. Claro, no imaginamo a Florentino Pérez llamando al director del WSJ para pedirle/sugerirle que escriba un artículo defendiendo las tesis del Real Madrid. Pero tampoco imagino a Don Florentino "comiéndole la olla" al delegado de la UEFA en una cena de directivas, y según algunos medios (serios) eso es lo que sucedió. Así que parece que el mandatario blanco se ha puesto manos a la obra en su campaña de desinformación.
Por ello sorprendió que hace unos días el Wall Street Journal (WSJ para los amigos) publicase un artículo que creó cierto desconcierto entre el barcelonismo twittero, un artículo en el que calificaba a los jugadores azulgrana de "los mayores llóricas/quéjicas del mundo" ("The World's Greatest Whiners").
La lista de cargos de los que se acusa a los jugadores azulgrana es, no sólo ofensiva para los barcelonistas, sinó que parece casi una broma de mal gusto. En primer lugar, se les acusa de retorcerse como Desdemona en el Otello de Verdi ante cualquier impacto con el rival ("A tendency to react to any impact with opposing players by writhing around like Desdemona on her deathbed in the final act of Verdi's Otello."). Bueno, hasta aquí simplemente se hace eco de las acusaciones que intentan esparcirse desde Madrid acerca del "teatro" azulgrana. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol.
Pero la cosa mejora que las otras acusaciones. La segunda es tener rabietas infantiles ("The sort of crying, whining and petulant foot-stomping one might expect from a toddler."). Este punto me parece sorprendente, especialmente teniendo en cuenta que se refieren a los enfrentamientos que el FCB jugó contra el Real Madrid, donde jugaba Cristiano Ronaldo, uno de los jugadores más protestones de la Liga, que no sólo protesta las decisiones arbitrales ostensiblemente sinó también las jugadas de sus propios compañeros cuando no terminan en sus pies.
Peró el punto más surrealista es el segundo que he dejado para el final: "llamamientos frecuentes a un Dios justo para que les salve de la persecución de los árbitros infieles." ("Frequent appeals to a righteous God to be spared persecution by infidel referees."). Pues sí, lo han leído bien, esta acusación se refiere al FCB, no al Real Madrid del Villarato, sinó al FCB.
"Este crescendo en las reclamaciones, que dominó los titulares en toda Europa la semana pasada tras la victoria 2-0 del Barça en Madrid, parece ser parte de una campaña calculada para mejorar los arbitrajes, o para conseguir que los jugadores rivales sean sancionados." Señor, una nueva conspiración, esta vez una campaña calculada desde el FCB para influir en el arbitraje. Una campaña indiscutible, nada que ver con el vídeo de realmadrid.com hablando de De Bleckeree, o las continuas quejas de Mourinho sobre las expulsiones sufridas por los rivales del FCB. Eso claro, no forma parte de ninguna campaña...
Lo más ridículo del artículo es quizás la prueba que aportan para sustentar sus acusaciones. Léanla y después la comentamos: "Pero lo que es realmente sorprendente de esta explosión de histrionismo es lo bien que parece estar funcionando. A través de 11 partidos en la Liga de Campeones esta temporada, el Barcelona ha cometido 127 faltas, o el 11,6 un juego, mientras que sus oponentes han sido llamados para un torneo de alto-165 faltas, o 15 en un juego. En otras palabras, los opositores de Barcelona se llama desde hace casi cuatro faltas adicionales por partido, una disparidad sólo comparable con otros dos equipos entre los 32 en el torneo de este año." Un argumento sorprendente, especialmente porque ignora la influencia que el reparto de posesión de balón tiene sobre el número de faltas. Si tenemos en cuenta que el FCB tiene una media del 70% de posesión de balón, parece que ese número de faltas tiene una sencilla explicación. Si además tenemos en cuenta que el FCB tiene algunos de los jugadores con mayor porcentaje de pases acertados (Xavi, Busquets, etc.) la cosa parece bastante lógica. Una lógica que los autores del artículo no han podido (o querido) aplicar.
También compara la estadística con los datos de tarjetas del Real Madrid con el FCB, sin tener en cuenta (claro) que el Real Madrid cuenta con jugadores como Pepe o Sergio Ramos, Arbeloa o Carvalho.
Pero lo más ofensivo del artículo llega cuando se atreven a afirmar que "El FCB puede ser el primer equipo que gane una Champions League a base de "tirarse y presionar a los árbitros". Y sorprendentemente citan a Giorgio Chinaglia para justificar que era Alves el que merecía ser expulsado: "Eres un jugador de fútbol profesional. ¿Què haces tirándote así?" Citar a alguien como referente ético en el mundo del fútbol lo dice todo.
Me ha sorprendido mucho que un medio que se supone imparcial atacase de esta manera a un equipo de fútbol. De hecho parece más una nota de prensa del Real Madrid que un artículo deportivo imparcial. Muchos medios han criticado que Alves sobreactuase tras la entrada de Pepe, pero todos ellos (aquí nos hemos hecho eco de las portadas de L'Equipe y Corriere dello Sport) han confirmado que el FC Barcelona merecía ganar la eliminatoria. Los autores del artículo no sólo no aceptan esto, sinó que además ponen en entredicho los méritos del FCB en toda la competición.
Es sorprendente que en un medio como Wall Street Journal utilice de manera tan burda y parcial una parte de las estadísticas, obviando otras que no les interesan. Y claro, visto lo visto, a uno se le confirma la acusación del documental ganador de un Oscar "Inside Job" donde se acusa a la prensa económica de haber contribuido a la crisis económica manipulando la información. Si con la información económica siguen los mismo criterios que con la información deportiva...
Y otro aspecto sospechoso del artículo es la oportunidad del mismo (el "timing" que dirían ellos). Cuando la prensa internacional ha pasado de la discusión "violencia blanca vs teatro azulgrana" al debate acerca de la salud mental de Mourinho y de su planteamiento del partido, el WSJ se ha descolgado con un artículo que dice exactamente lo mismo que la demanda que el Real Madrid presentó en la UEFA. ¿Coincidencia?
Pero, ¿por qué el WSJ ha publicado un panfleto así? Algunos han querido ver una conexión WSJ-News Corporation-José María Aznar... Yo veo más bien la mano de Florentino Pérez. Su influencia en medios ecónomicos es innegable, pues se trata de uno de los hombres más ricos de España. Claro, no imaginamo a Florentino Pérez llamando al director del WSJ para pedirle/sugerirle que escriba un artículo defendiendo las tesis del Real Madrid. Pero tampoco imagino a Don Florentino "comiéndole la olla" al delegado de la UEFA en una cena de directivas, y según algunos medios (serios) eso es lo que sucedió. Así que parece que el mandatario blanco se ha puesto manos a la obra en su campaña de desinformación.
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