Monográfico Champions League: Opinión

Hace unos meses Xavi Hernández declaró que la diferencia entre Guardiola y Mourinho radicaba en que el primero pasaría a la historia del fútbol y el segundo no. Lo mismo habíamos escrito aquí antes. Mourinho lo ganó todo el año pasado con el Inter de Milán pero, ¿quién se acuerda hoy de aquel Inter? Porque el Inter obtuvo títulos pero, innegablemente, no tuvo juego.

Se suele decir que los títulos son lo único que pasa a la historia pero tenemos a la selección holandesa del 74 para desmentirlo, aunque es cierto que ayudan, y mucho. Este FCB de Guardiola tiene el juego y tiene los titulos.

Pero además de la leyenda, el equipo de Guardiola consigue, con cada una de sus noches mágicas, otro milagro: crear nuevos aficionados al fútbol. Millones de personas vieron anoce el partido en todo el mundo. Seguro que muchos (por ejemplo, en EEUU), que no comprenden la locura que genera el "soccer" en Europa y Latinoamerica, quedaron prendados por cómo paseaban la pelota aquella panda de tipos bajitos en el medio del campo y por la belleza de lo que ocurría en el área del Manchester. Tal vez no apreciaron la solidez defensiva, que sólo permitió al Manchester realizar tres disparos a la portería de Valdés (con la fortuna para ellos de que uno entró), pero sin duda pudieron apreciar que el fútbol, en ocasiones, se convierte en arte.