Se han escrito incontables artículos acerca del obvio malestar en la selección española entre los jugadores azulgrana y los blancos.
La conclusión suele ser que el paso del tiempo hará que estas desaveniencias, estos "malentendidos" se vayan diluyendo. Es cierto, aunque difícilmente Villa olvidará el marcaje poco deportivo (por calificarlo suavemente) que Arbeloa le "aplicó" en la final de la Copa del Rey.
Pero en general, percibo la ausencia del factor más relevante en la generación de esta polémica, de este "mal ambiente", en las valoraciones de los medios; la mayoría de medios, por razones evidentes, han obviado la variabale clave de la ecuación: Jose Mourinho.
Es evidente que el único parámetro diferencial entre las temporadas anteriores y ésta ha sido el entrenador portugués del Real Madrid. ¿Ha sido él el único responsable de lo que ha sucedido? Probablemente no el único. Seguramente el ambiente creado por ciertos medios (el todo vale) haya influido también en el caldo de cultivo que se ha generado, pero sin duda el principal responsable ha sido Mourinho.
Y no sólo responsable sinó promotor activo y consciente de esta contaminación ambiental. Algunos han preferido (consciente o inconscientemente) dar la impresión de que todos habían sido responsables de la imagen deplorable que se dió en esos partidos. Nada más lejos de la realidad. Existe una prueba irrefutable de ello: cui prodest, quién se beneficia. Evidentemente el portugués. Recordemos que, según fuentes bastante fiables, Guardiola incluso se planteó la posibilidad de abandonar por la tensión vivida durante esos clásicos; en cambio el portugués estaba en su salsa; para el portugués, cuanto peor, mejor.
¿A qué viene hablar ahora de los clásicos? Sencillamente porque en los análisis que he leído y escuchado tras los partidos de la selección siempre se transmitía quelas disputas habían sido algo pasajero, algo producto de los cuatro clásicos encadenados. Y sin duda esta fue una circunstancia coyuntural que potenció la estrategia de Mourinho, pero, no nos engañemos, mientras el portugués sea el entrenador del RMA las relaciones entre jugadores de FCB y RMA sufrirán de sus intereses "profesionales"; recordemos que dijo Segurola en el programa de Julia Otero: "Mourinho tiene una mentalidad pestilente."
La conclusión suele ser que el paso del tiempo hará que estas desaveniencias, estos "malentendidos" se vayan diluyendo. Es cierto, aunque difícilmente Villa olvidará el marcaje poco deportivo (por calificarlo suavemente) que Arbeloa le "aplicó" en la final de la Copa del Rey.
Pero en general, percibo la ausencia del factor más relevante en la generación de esta polémica, de este "mal ambiente", en las valoraciones de los medios; la mayoría de medios, por razones evidentes, han obviado la variabale clave de la ecuación: Jose Mourinho.
Es evidente que el único parámetro diferencial entre las temporadas anteriores y ésta ha sido el entrenador portugués del Real Madrid. ¿Ha sido él el único responsable de lo que ha sucedido? Probablemente no el único. Seguramente el ambiente creado por ciertos medios (el todo vale) haya influido también en el caldo de cultivo que se ha generado, pero sin duda el principal responsable ha sido Mourinho.
Y no sólo responsable sinó promotor activo y consciente de esta contaminación ambiental. Algunos han preferido (consciente o inconscientemente) dar la impresión de que todos habían sido responsables de la imagen deplorable que se dió en esos partidos. Nada más lejos de la realidad. Existe una prueba irrefutable de ello: cui prodest, quién se beneficia. Evidentemente el portugués. Recordemos que, según fuentes bastante fiables, Guardiola incluso se planteó la posibilidad de abandonar por la tensión vivida durante esos clásicos; en cambio el portugués estaba en su salsa; para el portugués, cuanto peor, mejor.
¿A qué viene hablar ahora de los clásicos? Sencillamente porque en los análisis que he leído y escuchado tras los partidos de la selección siempre se transmitía quelas disputas habían sido algo pasajero, algo producto de los cuatro clásicos encadenados. Y sin duda esta fue una circunstancia coyuntural que potenció la estrategia de Mourinho, pero, no nos engañemos, mientras el portugués sea el entrenador del RMA las relaciones entre jugadores de FCB y RMA sufrirán de sus intereses "profesionales"; recordemos que dijo Segurola en el programa de Julia Otero: "Mourinho tiene una mentalidad pestilente."
Deberiamos dejar de lado los malos rollos entre clubes, la selección somos todos y tenemos que ir unidos para poder continuar con los exitos! www.facebook.com/sientelaroja
ResponderEliminarNo creo que ignorar este problema vaya a reducirlo ni mucho menos solucionarlo. Especialmente mientras Mourinho siga de entrenador del RMA (y especialmente teniendo el absoluto apoyo de Florentino).
ResponderEliminarLas cosas solo pueden ir a peor. El que piense que Mourinho se va a bajar del burro es que no lo conoce. Este mes de julio ha sido solo una tregua. Cuando empiece la temporada oficial volverán las quejas, los lloros y las mentiras. Volverán las insinuaciones de trampas y favoritismos del Barcelona. Todo ello aderezado con las portadas y los infames artículos diarios de la Caverna. Así que, que nadie espere ahora milagros. Las relaciones entre los jugadores de la selección española seguirán resquebrajándose y llegará un punto en que la convivencia será imposible. Mourinho se pasará toda la temporada recordando que los árbitros regalaron su cuarta Champions al Barça, que hay unas normas para el Barça y otras para todos los demás, que la Federación, los árbitros y Mediapro quieren que gane el Barça, y muchas más sandeces que a buen seguro escupirá el portugués.
ResponderEliminarEs una lástima, pero esa es la realidad. Esto solo debería ser fútbol, un deporte y un entretenimiento. Pero para Mourinho es una guerra y así es como se comporta. Para él vale todo y de nuevo no se detendrá ante nada.