Si en algo ha cambiado el FC Barcelona de Guardiola es que por fin es un equipo ganador. Ya no es ese equipo que debe jugar y dominar el partido de principio a fin para ganar, sinó un equipo capaz de contemporizar y adaptarse a la situación.
Y además es un equipo "diesel"; empieza siempre los partidos como despistado, con un convencimiento en el juego propio, combinado con el impetú rival, que hace temer lo peor. Este hecho es mucho más acentuado ante el Real Madrid, cuyos inicios son auténticos vendavales.
Ya hemos comentado en alguna ocasión anterior que si el FCB logra mantener al RMA controlado durante los primeros 15-20 minutos (el domingo fueron más por las ausencias del FCB, la falta de forma física de los jugadores azulgrana y la ultra-motivación de los jugadores blancos) es muy probable que termine ganando; es decir, a medida que pasan los minutos, las probabilidades aumentan de que el FCB gane.
Los jugadores azulgrana saben que al final su juego siempre se impondrá y esperan que esta evidencia caiga como la fruta madura. Pero esto es peligroso si el rival marca en los primeros minutos.
Que el Real Madrid le marque dos goles al FCB no es extraño, pues tiene algunos de los mejores delanteros del mundo, lo raro es que el FCB no le marque más. Ahí es donde entra en juego la permisividad arbitral de la que ya hemos hablado.
Si en el RMA se enorgullecen de tener dos delantes que podrían ser titulares en cualquier equipo, el FCB con la llegada de Cesc y el despegue de Thiago (unidos a Busquets, Iniesta y Xavi), tiene dos centros de campo que no sólo podrían ser titulares en cualquier equipos sinó que son simplemente los mejores del mundo.
Y además es un equipo "diesel"; empieza siempre los partidos como despistado, con un convencimiento en el juego propio, combinado con el impetú rival, que hace temer lo peor. Este hecho es mucho más acentuado ante el Real Madrid, cuyos inicios son auténticos vendavales.
Ya hemos comentado en alguna ocasión anterior que si el FCB logra mantener al RMA controlado durante los primeros 15-20 minutos (el domingo fueron más por las ausencias del FCB, la falta de forma física de los jugadores azulgrana y la ultra-motivación de los jugadores blancos) es muy probable que termine ganando; es decir, a medida que pasan los minutos, las probabilidades aumentan de que el FCB gane.
Los jugadores azulgrana saben que al final su juego siempre se impondrá y esperan que esta evidencia caiga como la fruta madura. Pero esto es peligroso si el rival marca en los primeros minutos.
Que el Real Madrid le marque dos goles al FCB no es extraño, pues tiene algunos de los mejores delanteros del mundo, lo raro es que el FCB no le marque más. Ahí es donde entra en juego la permisividad arbitral de la que ya hemos hablado.
Si en el RMA se enorgullecen de tener dos delantes que podrían ser titulares en cualquier equipo, el FCB con la llegada de Cesc y el despegue de Thiago (unidos a Busquets, Iniesta y Xavi), tiene dos centros de campo que no sólo podrían ser titulares en cualquier equipos sinó que son simplemente los mejores del mundo.
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