Esta noche se juega más que un partido

Esta noche se juega más que un partido de fútbol. Esta noche se enfrentan dos filosofias de fútbol, que reprensentan casi dos filosofias de vida.

Por una lado, el futbol musical del FC Barcelona, que combina la precisión de la música clásica con las improvisaciones del jazz, probablemente el equipo de fútbol (¿de cualquier deporte?) que más cerca ha estado de crear arte.

Por el otro el Chelsea que, como el Real Madrid de Mourinho, representan una modernización ultra lujosa del catenaccio italiano, la filosofia de juego que más ha alejado al fútbol, ya no sólo del arte, sinó de la creatividad en general.

A pesar de todo, muchos barcelonistas han convertido este partido en un examen para el técnico Pep Guardiola. Si pierde (y es eleminado de la Champions) la temporada habrá sido un fracaso, la prueba tan anhelada (y no sólo por el madridismo) del agotamiento del modelo Guardiola.

Pero si pierde el FCB, no sólo perderá el equipo de Guardiola y sus aficionados, sinó también todos aquellos que creen que, en el fútbol, además de ganar, se puede crear algo imborrable, algo sobre lo que se puedan escribir libros en el futuro donde no se hable sólo de resultados y polémicas, sinó también de un estilo de juego y unos jugadores que transcendieron los exitos conseguidos.

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Muchos afirman que el partido del sábado se perdió por los inventos (cruyffadas) de Guadiola. Yo no creo que fuese así. En mi humilde opinión, Guardiola cometió errores, pero éstos no fueron la causa de la derrota.

¿Cuáles fueron los motivos de la derrota del FCB?

1. Incapacidad de marcar. La defensa del Real Madrid demostró que son capaces de frenar el ataque del FCB sin recurrir al juego duro o a la tretas extradeportivas. Los defensas del Real Madrid mantuvieron un nivel de concentración total y admirable durante los noventa minutos. Consiguieron cortar casi todas las diagonales que los jugadores del FCB tanto dominan. Este es un aspecto en el que Guardiola no podía influir.

2. Errores en el medio campo. El FCB cometió un gran número de pérdidas de balón en la zona del campo donde se siente más cómodo. Thiago y Busquets fueron los dos con mayor número de pérdidas. En el caso del primero se ha criticado mucho que Guardiola lo alinease en lugar de Cesc. En mi opinión también debería haber alineado a Cesc, aunque, como se ha apuntado, probablemente buscaba la mayor implicación defensiva de Thiago. En el caso de las pérdidas cometidas por Busquets, sin duda no se le puedo achacar a Guardiola, pues se trata de (probablemente) el único jugador con un porcentaje de pases correctos mayor que el de Xavi Hernandez.

3. Efectividad total del ataque blanco. Dejando de lado, las oportunidades de que dispusieron en los últimos minutos del partido, no se puede decir que el Real Madrid crease especial peligro en la portería azulgrana. Igual que el Chelsea mostraron una efectividad mortífera en sus ataques. Se ha dicho que debió alinear a Piqué. Tal vez, pero es cierto que el mayor peligro del Real Madrid (para el FCB) son sus contraataques rápidos. Contra ello, nadie mejor que Puyol y Mascherano. Alguien puede decir que el primer gol vino de una jugada a balón parado (un córner) que consiguió rematar Pepe para dejar el balón muerto en el área pequeña. También es cierto que sin la ayuda del brazo de Pepe, ese balón no habría quedado muerto, y que en el 99% de las veces que se repitiese esa jugada, Puyol conseguiría despejar el balón impidiendo el remate de Khedira.

4. Comodidad del Real Madrid. Como escribimos hace poco, "Mourinho jugó el partido que quería". Pero fue gracias al gol de Khedira. Ese gol permitió al Real Madrid asentar su catenaccio de lujo y cerrar aun más su defensa numantina. En un mundo perfecto, por los méritos realizados, el FC Barcelona debería haber marcado antes y el Real Madrid se habría visto obligado a abrirse.

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El partido de esta noche es clave para el futuro del fútbol. No sólo de Guardiola o el FCB sinó del fútbol en general. Si entrenadores como Di Matteo o Mourinho  vencen a los Guardiola o Bielsa, el fútbol se puede convertir en territorio exclusivo de especuladores, de defensas y delanteros veloces, donde la creatividad y la inteligencia sean un entrañable recuerdo del pasado.