Demonizar a Neymar (no es el camino para mantener la dignidad)

Me parece fascinante la reacción y los análisis que se están efectuando de la tangana posterior a la bicicleta de Neymar en la final de la Copa del Rey.

En primer lugar, resulta sorprendente la poca memoria que demuestran algunos supuestos "especialistas". Repiten sin cesar que el gesto de Neymar es para humillar al rival, y porque su equipo va ganando. La realidad nos demuestra que eso es totalmente falso; ésto es lo que hizo Neymar ante el Real Madrid en el partido que el FCB perdió 3-1:

Más difícil todavía, en la tertulia fubtolística de esta mañana en "El món a RAC1" un tertuliano realizaba esta misma afirmación (Neymar hace lo que hace porque están ganando), ¡minutos después de que otro tertuliano haya recordado que lo hizo en el partido ante el Madrid que perdieron!

En todo caso, si a los jugadores del Athletico de Bilbao les paració mal el gesto de Neymar, pueden recriminarselo como seres racionales, y no como energúmenos. De hecho, la reacción de algunos de los jugadores pareció por momentos una sobreactuación, en el más puro estilo diva-operística-Cristiano-Ronaldiana.

Es humano buscar culpables cuando fracasamos, y el Athletic fracasó en la final de Copa del Rey.

Pero la dignidad no la da ni la quita el rival, o lo que haga éste, la dignidad está en saber perder, y controlar los sentimientos que provoca ese fracaso.

Si los jugadores del Athletic perdieron la dignidad no fue por el resultado, ni por la bicicleta de Neymar, sinó por esa reacción histérica, desmesurada y teatral.

La dignidad está en nuestras manos, ganemos o perdamos, como demostró el FC Barcelona cuando se quedó en la entrega de la Copa del Rey tras aquella infausta final de 2011 ante el Real Madrid de Mourinho que recurrió a todo tipo de tretas indignas. Dignidad que no ha mostrado el club blanco cuando ha sido derrotado por el FC Barcelona.