Al final, en el minuto 44 el árbitro ha considerado que ya había perdonado demasiadas expulsiones al Real Madrid y ha expulsado por segunda amarilla merecida a Lass. El problema es que había perdonado dos expulsiones anteriores (además de la de Xabi Alonso mencionada antes): expulsión de Marcelo sobre entrada criminal al tobillo de Puyol; y otra vez Xabi Alonso por agarrón/abrazo/empujón sobre Leo Messi después de haberle entrado más dura que limpiamente.
Y este es el problema de los árbitros que perdonan tarjetas que acaban expulsando a quien menos lo merece (es decir, a Busquets por una mano en el medio del campo) y perdonando a los que más merecen ser castigados (los que realizan entradas alevosas y de malnacidos como Marcelo).
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