Supongamos que crea usted una empresa y realiza una inversión de 250 millones de euros. Al cabo de un año el exito o fracaso de su inversión depende de realizar una nueva inversión muchísimo menor, pongamos del 1% de la inicial. Está claro que nadie dudaría en realizar esa inversión si así puede amortizar la inicial.
Pongamonos en el lugar de Florentino Pérez, que ha gastado esos 250 millones en nuevos jugadores. De los tres títulos a los que aspiraban, ya sólo les queda la Liga al alcance y, por tanto, para intentar salvar la temporada y, que esa inversión histórica no se convierta en un fracaso histórico de iguales proporciones. Es fácil darse cuenta de que gastar un 1% más supone un paso evidente.
Y eso y sólo eso son los famosos "maletines" en el fútbol; una inversión extra para cumplir objetivos. Imaginemos que Florentino decide invertir tan "sólo" el 0,5% en esta "inversión extra", eso ya supone 1,2 millones de euros, para repartir entre los equipos que juegan contra el Barcelona. ¿Alguien duda de que Florentino este dispuesto a gastarse un 0.5% para salvar su proyecto?
Pero existen dos tipos de maletines: por ganar y también por perder. Ambos son ilegales, aunque unos nos parezcan éticos y los otros no. Imaginemos otra vez a Florentino, ante una promoción inmobiliaria de 250 millones de euros, y que, por ejemplo, dependiense del voto de un edil... Cuesta creer que no sería muy "amable" con él. Si sustituimos al edil por los jugadores de los equipos que juegan contra el Madrid, tal vez, entendermos algunas cosas que han sucedido en las últimas jornadas.
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