El partido de anoche no pasará a la historia por ninguno de sus goles, tampoco por ninguna de sus jugadas, sino por el juego duro del Real Madrid. Y eso fue gracias a Pepe.
Si en este blog hemos sido pesados con algún tema, ha sido especialmente con la excesiva agresividad empleada por algunos jugadores madridistas de forma repetida en los enfrentamientos contra el FCB.
Por ello, en cierta manera debemos estar incluso estar agradecidos a Pepe. Afortunadamente para el FCB y el fútbol en general, Pepe no lesionó a Messi en la mano, pero gracias a su acción hoy se ha hablado del juego duro del Madrid. Sin ello, las entradas de Sergio Ramos, de Carvalho, de Xabi Alonso (muy muy irreconocible) e, incluso el resto de acciones duras de Pepe, habrían quedado olvidadas entre el océano de informaciones, declaraciones, tertulias, debates, etc.
Gracias a Pepe la dureza del Madrid es tema de conversación preferente, aunque la estrategia oficial blanca sea centrar todas las críticas precisamente sobre Pepe. Y aunque Pepe se afianza como sospechoso habitual, seguimos con la sensación de que los arbitros no se atreven a expulsar a otro jugador blanco (gracias en parte a la "gran" campaña realizada por Mourinho la temporada pasada sobre este asunto).
Si en este blog hemos sido pesados con algún tema, ha sido especialmente con la excesiva agresividad empleada por algunos jugadores madridistas de forma repetida en los enfrentamientos contra el FCB.
Por ello, en cierta manera debemos estar incluso estar agradecidos a Pepe. Afortunadamente para el FCB y el fútbol en general, Pepe no lesionó a Messi en la mano, pero gracias a su acción hoy se ha hablado del juego duro del Madrid. Sin ello, las entradas de Sergio Ramos, de Carvalho, de Xabi Alonso (muy muy irreconocible) e, incluso el resto de acciones duras de Pepe, habrían quedado olvidadas entre el océano de informaciones, declaraciones, tertulias, debates, etc.
Gracias a Pepe la dureza del Madrid es tema de conversación preferente, aunque la estrategia oficial blanca sea centrar todas las críticas precisamente sobre Pepe. Y aunque Pepe se afianza como sospechoso habitual, seguimos con la sensación de que los arbitros no se atreven a expulsar a otro jugador blanco (gracias en parte a la "gran" campaña realizada por Mourinho la temporada pasada sobre este asunto).
Totalmente de acuerdo, de no ser por la completa perdida de cordura de Pepé, la constante recurso a la violencia, aún sin el balón de por medio, del clan portugues (CR7 excluido) y de Xavi Alonso hubiera sido camuflada por la caverna, y se hubieran quedado con la cantinela de "Mou sigue sin dar con la tecla". Al tema reincidente de las patadas cuando el marcador se vuelve en contra, hay que sumar el de la complicidad del arbitro, tamién reincidente. Parece que las lloradas de Mou y su marioneta Karanka frente a las merecidas expulsiones de sus jugadores han surtido mella en Muñiz Fernandez, que ha considerado, una vez más, que su misión no es aplicar el reglamento, sino lograr al precio que sea que el Real Moudrid finalice con once. Con Muñiz en el campo, el RM. ganará a este Barca un partido de cada 100, sin Muñiz es imposible que ganen alguno
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