Empezar un razonamiento con una mentira es una mala estrategia. Que Pardeza diga en Marca que "Se expulsa del banquillo a miembros de nuestro cuerpo técnico por aplaudir, cuando muchos de esos aplausos iban dirigidos hacia sus jugadores para animarlos." desacredita cualquier razonamiento posterior que pueda realizar.
"Compartimos la indignación y la perplejidad del equipo y pensamos que del madridismo también. Entendemos que hubo una actuación del árbitro desproporcionada y que no se pareció en nada a la que se pudo ver hace unas jornadas en el Reyno de Navarra con el Barcelona. Entendemos que los jugadores no salgan de su asombro por esa situación. Se expulsa del banquillo a miembros de nuestro cuerpo técnico por aplaudir, cuando muchos de esos aplausos iban dirigidos hacia sus jugadores para animarlos. Nos preocupa esa disparidad de criterios.
"Hablamos de lo que entendimos fue una vigilancia muy rigurosa por donde no estaba el foco del partido, donde no estaba el interés principal que, indudablemente, estaba en el campo. Esa vigilancia rigurosísima fue algo que nos llamó la atención"."
Señor Pardeza, la vigilancia muy rigurosa a la que, según usted, se sometió al banquillo del Real Madrid puede tener dos orígenes: el conspiranoico (el árbitro forma parte de la gran conspiración cósmica contra el Real Madrid), o el racional (con los antecedentes del banquillo blanco, de Mourinho y sus secuaces, cualquier árbitro que no viva aislado como un ermitaño, debe vigilar con especial atención ese banquillo).
El ejemplo de Rui Faria me parece muy significativo; que fuese expulsado por cuarta vez puede ser debido a que los árbitros lo hayan convertido en el objeto de su ira, o simplemente a que no sabe comportarse en un banquillo.
Tanto As como Marca hablan de doble rasero respecto al arbitraje realizado por el mismo colegiado al FC Barcelona. Es como si el Yoyas se quejase de que no se le trate como al Príncipe Felipe. O como dice el refranero español "Quien siembra vientos recoge tempestades". Una temporada y media pervirtiendo los partidos en los que ha tomado parte, enrareciendo el ambiente del fútbol español, acusando a los árbitros de todo y más, y ahora se sorprenden de que les miren mal. ¿Acaso los medios de comunicación no hacen un seguimiento exhaustivo de Mourinho y sus secuaces? ¿Acaso se cree alguien que es porque también les tienen manía? Se trata simplemente del convencimiento que todos tenemos que Mourinho y los suyos "van a liarla". Mourinho y compañía son reincidentes, no en España, sino en todas las Ligas donde han estado y en Europa. Si quieren que sus acciones no sean escrutadas con lupa, lo único que tienen que hacer es comportarse con respeto hacia los árbitros, hacia sus compañeros de profesión (jugadores y técnicos) y, tal vez lo más importante, con respeto hacia la inteligencia de los(/algunos) aficionados blancos a los que ofenden con sus patéticas excusas infantiloides.
"Compartimos la indignación y la perplejidad del equipo y pensamos que del madridismo también. Entendemos que hubo una actuación del árbitro desproporcionada y que no se pareció en nada a la que se pudo ver hace unas jornadas en el Reyno de Navarra con el Barcelona. Entendemos que los jugadores no salgan de su asombro por esa situación. Se expulsa del banquillo a miembros de nuestro cuerpo técnico por aplaudir, cuando muchos de esos aplausos iban dirigidos hacia sus jugadores para animarlos. Nos preocupa esa disparidad de criterios.
"Hablamos de lo que entendimos fue una vigilancia muy rigurosa por donde no estaba el foco del partido, donde no estaba el interés principal que, indudablemente, estaba en el campo. Esa vigilancia rigurosísima fue algo que nos llamó la atención"."
Señor Pardeza, la vigilancia muy rigurosa a la que, según usted, se sometió al banquillo del Real Madrid puede tener dos orígenes: el conspiranoico (el árbitro forma parte de la gran conspiración cósmica contra el Real Madrid), o el racional (con los antecedentes del banquillo blanco, de Mourinho y sus secuaces, cualquier árbitro que no viva aislado como un ermitaño, debe vigilar con especial atención ese banquillo).
El ejemplo de Rui Faria me parece muy significativo; que fuese expulsado por cuarta vez puede ser debido a que los árbitros lo hayan convertido en el objeto de su ira, o simplemente a que no sabe comportarse en un banquillo.
Tanto As como Marca hablan de doble rasero respecto al arbitraje realizado por el mismo colegiado al FC Barcelona. Es como si el Yoyas se quejase de que no se le trate como al Príncipe Felipe. O como dice el refranero español "Quien siembra vientos recoge tempestades". Una temporada y media pervirtiendo los partidos en los que ha tomado parte, enrareciendo el ambiente del fútbol español, acusando a los árbitros de todo y más, y ahora se sorprenden de que les miren mal. ¿Acaso los medios de comunicación no hacen un seguimiento exhaustivo de Mourinho y sus secuaces? ¿Acaso se cree alguien que es porque también les tienen manía? Se trata simplemente del convencimiento que todos tenemos que Mourinho y los suyos "van a liarla". Mourinho y compañía son reincidentes, no en España, sino en todas las Ligas donde han estado y en Europa. Si quieren que sus acciones no sean escrutadas con lupa, lo único que tienen que hacer es comportarse con respeto hacia los árbitros, hacia sus compañeros de profesión (jugadores y técnicos) y, tal vez lo más importante, con respeto hacia la inteligencia de los(/algunos) aficionados blancos a los que ofenden con sus patéticas excusas infantiloides.
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