"Ahí radica su mérito y también su autoridad. La obra gigantesca de Guardiola se construyó desde la grandeza, nunca a partir de la miseria. El suyo fue un discurso universal, en Madrid y en Múnich, en Londres y en Buenos Aires, en la China y en Estados Unidos, siempre seductor. El mismo que aprendió de Cruyff y al que dio vuelo Laporta. Nada que ver con el parlamento victimista de Rosell, alimentado a veces en medias verdades y medias mentiras, utilizando a terceros, pusilánime. A Rosell le pierde jugar a la defensiva siendo un delantero, nada nuevo si se recuerda que en su participación como vicepresidente en el documental Barcelonaconfidencial se significó por expresar sus temores a los poderes fácticos: “¡Ens la fotarán!” ["Nos joderán"]."
Ramón Blesa, en El País.
No hay comentarios:
Publicar un comentario