Después de haber hablado durante los tres últimos días del árbitro del Inter de Milán-FC Barcelona, es momento de hablar de fútbol. Más allá de los aspectos extradeportivos, el Barcelona no mereció ganar el partido; evidentemente no mereció caer derrotado por dos goles de diferencia, pero sin duda tampoco ganar.
El Inter, o lo que es lo mismo, Mourinho, supo leer perfectamente el partido, anular el juego del Barcelona y destrozarlo a la contra.
La notable actuación de algunos jugadores del Inter (especialmente Milito) combinado con la peor versión de casi todos los jugadores blaugrana, ayudó a la victoria italiana. Es difícil saber cuánto fue mérito de la estrategia de Mourinho y cuánto desmérito de los propios jugadores del Barcelona; lo cierto es que el Inter supo frenar al Barcelona.
Ahora la gran cuestión es, ¿se puede remontar en el Camp Nou? Es difícil, pero es posible. Este Milán es temible pero ahora ya ha perdido el factor sorpresa. Consiguieron frenar al Barcelona y sus contragolpes llegaron siempre con peligro. Pero ahora Guardiola tiene tiempo para pensar como debe contra-atacar la táctica de Mourinho.
Respecto a los jugadores, deberán desplegar su mejor juego para marcarle dos goles al Inter de Milán, que viaja a Barcelona en una situación que probablemente ni los aficionados italianos habían soñado.
Y un papel importantísimo correrá a cargo del público. No se trata sólo de animar a los jugadores locales, ni de hacer sentir la presión del campo sobre los visitantes; lo más importante, es que no se permita al árbitro la permisividad que Mejuto González, Undiano Mallenco y Olegario Benquerença mostraron con el Real Madrid, el RCD Espanyol y el Inter. No se puede permitir que a Xavi se le frene a base de golpes. Y eso será responsabilidad del público.
Sin duda el Inter recurrirá nuevamente a la presión para intentar anular a Xavi, pero Guardiola debe buscar alternativas para liberarlo o para que algún otro jugador realice su trabajo (evidentemente no a su altura pero aprovechando los espacios que la presión sobre Xavi puede crear). El Barcelona ha sufrido demasiado en los partidos en los que el contrario ha logrado anular a Xavi. ¿Encontrará Guardiola la forma de liberar a Xavi y, por ende, el juego azulgrana? Sin pretender resultar mesianico, si alguien puede hacerlo, es él.
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